Los militares: el supra poder / La caja de pandora
Aguascalientes, Noviembre 22 (2021).- El Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval fue muy sincero, “como mexicanos es necesario estar unidos en el proyecto de Nación que está en marcha”, o sea el de la 4T; y abunda: “sólo trabajando en un mismo objetivo podremos hacer esta realidad que cada día sea más prometedora».
Aniversario de la revolución mexicana, los políticos usan la retórica, pero hoy los militares sorpresivamente también lanzan un discurso político. Esto lo hace posible el lopezobradorismo, y que nadie se sorprenda porque los militares, desde Plutarco Elías Calles no habían tenido un poder sobre las instituciones civiles; así que han dejado a un lado el papel discreto que siempre habían tenido en estos eventos oficiales.
Los militares son el sujeto fundamental para concretar la construcción de las obras distintivas de López Obrador: aeropuerto Felipe Ángeles en el antiguo aeropuerto militar Santa Lucía; la construcción del Tren Maya el cual administrarán y sus ganancias además serán para la SEDENA; también ha decidido otorgarles el mando de las aduanas terrestres y marinas.
La constitución de la Guardia Nacional en lo concreto es una especie de simbiosis de las fuerzas armadas y una simulación de policías civiles. Y el Secretario de la SEDENA lo dijo: la Guardia Nacional y las fuerzas armadas estarán donde puedan contribuir en las acciones que se realicen para evitar la corrupción y el dispendio de recursos, y estarán presentes donde se les requiera para el progreso y el bienestar. No sólo habló representando a las fuerzas armadas, lo hizo también por la Guardia Nacional
El General Sandoval señaló con claridad que el bien de la patria es desterrar la corrupción, procurar el bienestar del pueblo, el progreso con justicia, la igualdad, el crecimiento económico, educación salud y seguridad, entre otros rubros. Prácticamente mencionó las características de la administración publica federal, aunque diga que no es su fin las aspiraciones políticas: están ahí porque el Presidente López Obrador lo ha decidido; irrumpiendo en la vida civil.
Las órdenes del Presidente es que participen en la vacunación del covid19, en la implementación del Banco Bienestar, en diversas obras de construcción complementarias del tren maya, también son los proveedores de millones de árboles del programa Sembrando Vida, entregan libros de texto y la lista sigue.
La vida civil de México se está militarizando. Ya lo está la policía en el ámbito federal con una guardia nacional que en el discurso militar se le refiere como parte de las fuerzas armadas y que en el presupuesto recién aprobado tuvo un incremento del 70% en detrimento de la seguridad pública de los estados y municipios.
No es bueno que estos soldados que son adiestrados para seguir irrestrictamente órdenes de su jefe en mando, y en el uso de la fuerza su encomienda sea enfrentar al enemigo, poco a poco, y al margen de la Constitución, controlen las instituciones civiles. Para decirlo claramente, se está construyendo un supra poder, por encima del Congreso, de la Corte y como ha sucedido, se sobrepondrá al propio Ejecutivo Federal. De esta manera, nuestra República se está convirtiendo en una ficción. De las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenan a México que los soldados no hagan tareas de policías ya ni hablamos, hoy el asunto es el empoderamiento de los militares.